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5.2. La Atlántida

  • Jaime Vergara J.
  • 8 abr 2017
  • 5 Min. de lectura

5.2. La Atlántida

El sabio griego Platón en el siglo 4 adc escribe dos obras llamadas los diálogos de Critias y Timeo donde refiere la Atlántida con mucho detalle pero el sabio basó su narración en comentarios que le hizo previamente su coterráneo Solón que había estado en Egipto y alguien le habló de este continente. Han pasado siglos y siempre nos queda la duda de que si tenemos que tomar el mito como una referencia, como una fantasía o como una simple fábula. Lo único que sabemos es que una narración hecha por un ilustrado no se olvida y cada generación la retoma y agrega algo nuevo, puede ser que algún descubrimiento arqueológico que se encuentre en algún lugar aporte solidez al mismo


El mito – nos dice el rumano Mircea Eliade filósofo y el más grande historiador de religiones, “se considera como una historia sagrada y, por tanto, una «historia verdadera», puesto que se refiere siempre a realidades” esta aseveración de un gran investigador social nos deja una puerta abierta para acercarnos más a una realidad y no a una fantasía


El nombre de Atlántida se lo dio Poseidón en honor al legendario Atlas, uno de los titanes hijo de Japeto y hermano de Prometeo, defensor de la humanidad, de acuerdo a la bella mitología griega

No porque sea un relato de Platón tenemos que asumirlo como cierto o verídico, pero el ateniense era un erudito muy circunspecto y no creo que haya aceptado escribir la historia así porque sí.



Según sus escritos, Platón cuenta que el dios Poseidón, una vez los dioses se dividieron y habitaron otras regiones del planeta se enamoró de Clito una mujer griega de encanto sin igual y para protegerla se ideó la construcción en la isla donde se marcaban varios anillos de agua que escondían una poderosa flota naval. Platón comienza ubicando a Atlántida más allá de las columnas de Hércules – hay un acuerdo generalizado que dichas columnas hacen referencia al Estrecho de Gibraltar, es decir en algún lugar del Océano Atlántco.


La civilización Atlante alcanzo cotas tecnológicas muy altas: Trabajaron los cristales para producir electricidad y para propósitos médicos, tenían una flota marítima muy sofisticada y poseían vehículos aéreos, el psíquico Michael Gary Smith, especula que éstos disponían de pantallas mágicas, en las que podían ver cuánto sucedía en cualquier punto de la Tierra. No es la primera vez que se menciona en esa historia “prohibida” aparatos tipo televisión y también robots. Hace cerca de 3.000 años el mítico rey Salomón poseía un artefacto con similares características, según nos cuentan antiguos relatos judíos y a este rey se consideraba un sabio.


El continente atlante era una isla de 200 kilómetros de diámetro y estaba constituida por una serie de círculos concéntricos entre tierra, para sus cultivos y canales de agua, los recintos de tierra eran amurallados y recubiertos de metales como el bronce. La ciudad poseía hermosos templos, jardines, piscinas al aire libre, gimnasios y hasta un hipódromo, la parte de la isla que daba al mar estaba marcada por acantilados pero en la ciudad central había una campiña rodeada de montañas. Todo nos dice que sus habitantes gozaban de grandes comodidades en un ambiente bien paradisiaco


Sobre su desaparición hay mucha controversia. Sin embargo hay dos enfoques muy destacados: un nos habla de la caída de un gran meteorito sobre la isla, que no goza de mucho sustento y el otro está de acuerdo que su desaparición fue provocado por una espantosa inundación como consta en la Biblia y 140 relatos más de las más diversas culturas alrededor del Planeta hace cerca de 12.000 años. El nivel de conciencia de los atlantes era muy elevado pero una vez el “dios” Poseidón abandonó el planeta por razones que desconocemos, los favorecidos del mismo entraron en el abuso de la tecnología, hay quienes piensan que los sabios abandonaron el conocimiento científico y se dedicaron a la magia.

En fin, es mucho lo que se fabula, sin embargo, hay una teoría que es comúnmente aceptada por muchos investigadores: con el hundimiento del continente lograron salvarse muchas personas entre ellos los grandes sabios atlantes y en este caso se nos dice que éstos habían vaticinado el cataclismo. Los sobrevivientes bien pudieron haber arribado a Mesoamérica y otros a Egipto. Los mismos indios Mexicas dicen que provienen de una isla situada al este llamada Aztlan- no será la misma Atlántida? Sabemos que ambas culturas desarrollaron las civilizaciones que ya conocemos pero no en gran medida. Esta referencia tiene su lógica ya que es notorio las grandes similitudes culturales que hay entre Mesoamérica y Egipto: construcción de pirámides, conocimientos astronómicos, momificación, sacrificios, culto a la serpiente, etc.

La investigación no ha terminado aún y ahora contamos con dos eventos que nos acercan a la realidad de su ubicación. En los últimos años unos descubrimientos submarinos en Bahamas y Cuba nos pudieran dar pistas de esta extraordinaria civilización.

En 1969, el buceador Manson Valentine descubrió una formación rocosa sumergida en las aguas de la isla de Bimini, Bahamas, a unos 80 km al este de la Florida, a estas formaciones se les llamó el camino de Bimini (Bahamas) y nos muestra construcciones artificiales en el fondo del mar- obsérvese los ángulos ortogonales, sus líneas rectas. Los bloques en la segunda foto están colocados unos encima de otros. La ciencia calla.

En el año 2.000 en Cuba, una científica rusa Paulina Zelitski descubrió unas ruinas en las costas de Pinar del Rio con un robot submarino que pudo escanear el fondo del mar a 650 metros de profundidad. La científica estuvo acompañada de un equipo Canadiense-Cubano que desde ese momento no ha abandonado la exploración, dotado de equipos de tecnología de punta, siendo mucho lo que nos da a pensar estas impresionantes imágenes.

El robot enviado tomó estas impresionantes imágenes que nos muestran con claridad pirámides, carreteras y otro tipo de edificaciones.


Las estructuras encontradas están ubicadas dentro de la zona delimitada por el Triangulo de las Bermudas y como se sabe es un área llena de misterios por las extrañas desapariciones de aviones y barcos con sus pasajeros y tripulaciones sin dejar ningún rastro y más adelante veremos la relación de éstas con las encontradas en el mar del Japón.

Lastimosamente la ciencia pasa por alto de una manera inescrupulosa estos acontecimientos que pueden darnos la respuesta al eterno interrogante de dónde venimos?. Pero no. Los científicos están más dedicados al desarrollo de nuevas tecnologías de armas que a escudriñar más nuestros orígenes. Hay que mencionar que actualmente más del 50% de los científicos en el mundo trabajan para la industria militar. Cuánto pierde nuestra humanidad cuando ingentes recursos se dirigen para destruir y no construir.

Serán estas construcciones vestigios de la civilización Atlante? Es muy posible.


Próximo capítulo: Sumeria



 
 
 

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Jaime Vergara Jaramillo, economista de profesión, humanista por vocación. Desde hace 25 años dedicado a la investigación de las conspiraciones históricas que han mantenido sumido al ser humano en la más abyecta ignorancia en cuanto a los acontecimientos determinantes de su historia y evolución de su conciencia. Contamos con un grupo de jóvenes exploradores de los misterios de la humanidad, así mismo, con corresponsales de distintos países de Latino américa y España. El director del presente blog es autor del libro: Conspiraciones Históricas, interesante recorrido por el planeta mostrando enigmas de la historia que la ciencia ortodoxa oculta intencionalmente.

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