3.1. CUEVA DE LOS TAYOS
- Jaime Vergara J
- 5 dic 2016
- 8 Min. de lectura
Jamás podremos aspirar que la historia, arqueología, antropología y paleontología ortodoxas nos brinden dignas respuestas a la interminable lista de cuestionamientos que se ponen al frente de cualquier investigador cuando intenta dilucidar el misterio de la aparición de la humanidad en la Tierra, su evolución, los cambios dramáticos en el acontecer histórico de innumerables pueblos que aparecen y desaparecen por aquí, por allá sin dejar más que uno que otro rastro verificable de su existencia.

Los 6.000 años registrados de la aventura humana parece ser una cifra mágica, un convencionalismo que intenta comprimir el tiempo, simplificar los eventos, reducir la capacidad del intelecto a una categoría irrisoria, apenas aprehensible a un ser básico, que nada cuestiona, solo ve por su sobrevivencia. Pero quién puede atreverse a ver las cosas de una manera distinta, crítica, analítica y consecuente si ese mismo ser no exige de la ciencia las respuestas de tanta duda racional de la subyacente realidad que lo rodea. Será que su capacidad de pensar ha sido atrofiada adrede? O tal vez no desea desentrañar los misterios que lo rodean olvidando que tiene un cerebro privilegiado que contiene al cosmos mismo? Pudiera ser que la ciencia vede al ciudadano de a pie el conocimiento esencial y solo entregue mezquinamente unos cuantos trozos de verdad para entretenerlo como un juguete a un párvulo? Hay de todo un poco, sin embargo, acudiré al sentido común, a contemplar el siguiente fenómeno con una elemental base lógica – no se requiere más que eso- y darnos cuenta con mente abierta que nos han venido engañando sistemáticamente desde la noche de los tiempos

“Vale más una imagen que mil palabras”, reza el dicho, por ello mi pretensión será acercarnos a esta realidad sin complejos, sin pudor ni miedo con imágenes claras que muestran realidades y las acompañaré con cifras, fechas, evidencias documentales y circunstanciales para que usando ese sentido común nos aproximemos más a la verdad.
1.- BIBLIOTECA METÁLICA – CUEVA DE LOS TAYOS –ECUADOR

Iniciaremos el recorrido por nuestro hermoso planeta, rebosante de vida, de riquezas pero también de muchos misterios aún por resolver en el oriente de Ecuador. La elección ha sido más bien arbitraria sin embargo, un indicador notable es que lleva el nombre de la línea que divide al planeta en dos hemisferios: el norte y el sur. Al decirlo de esta manera, tengo que adelantar que siempre notaremos correspondencia entre los lugares y objetos a explorar y su ubicación geográfica al considerar nuestro planeta un organismo vivo, pensante, enlazado por fuerzas energéticas cósmicas en un entramado matemático, complejo, asombroso del que sin duda alguna, civilizaciones perdidas tenían pleno conocimiento
En 1969 un húngaro nacionalizado argentino Janos Moricz encontró unas cuevas en la provincia de Morona Santiago en la llamada Cordillera Los Cóndores, no sin antes tener serias dificultades con un grupo indígena - los Shuaras (los mismos Jíbaros, reductores de cabezas) quienes celosamente cuidan dichas grutas, éstas llevan en nombre de un ave nocturna que las habita: los Tayos y que curiosamente aparecen en otras cavernas en Venezuela. Son varios investigadores que han sugerido inclusive que estos espacios subterráneos pueden estar interconectados entre, de ahí la sospecha que ampliaremos más adelante que no solo existen extensas redes de túneles subterráneos por todo el planeta sino que además, extraños seres habitan esos mundos. De este inhóspito mundo mucho se hubiera escribir en abundancia si no fuera por la acción de los melindres y estafadores de la ciencia que obstruyeron las subsecuentes exploraciones. Figuras de la cultura mesopotámica que en apariencia nada tenían que estar haciendo allí y como si fuera poco, unos indígenas que han penetrado en varias ocasiones dan fe de huellas humanas de hasta 50 centímetros.

Moricz encontró un tesoro incalculable pero, con el paso del tiempo, su descubrimiento provocó acaloradas polémicas que intentaron desacreditarlo inclusive él mismo fue víctima de estafas y manipulación de los hechos que rodearon tan increíble aventura. Y lo fue porque era solo un aficionado que irrumpió en el mundo de los enigmas ocultos con escasísimos recursos abrigando la ilusión de encontrar una verdad. Tuvo que ser así porque lo que vio y extrajo de las cuevas desató el aireamiento del podrido establishment que a través de su acostumbrado ocultamiento de evidencias puso freno a cualquier intento de proseguir las investigaciones.
Entre otros hallazgos el iluso aventurero encontró unas planchas metálicas con una serie de inscripciones de dudosa procedencia, además, en sus pesquisas observó lo que podía ser la narración de la historia arcaicas civilizaciones. Aquí sus palabras:
“"...he descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad. Los objetos consisten especialmente en láminas metálicas que contienen probablemente el resumen de la historia de una civilización extinguida, de la cual no tenemos hasta la fecha el menor indicio..." Este testimonio lo escribe en un documento notarial que se encuentra en los tribunales de Ecuador como un acto de buena fe, dejando constancia por escrito de su descubrimiento.
Entrada a la cueva
En su recorrido por gigantescas cuevas y descomunales cámaras, Moricz dedujo con mucho asombro que una enorme sala tenía toda la evidencia de haber sido construida artificialmente, por los cortes precisos de la roca los ángulos rectos en el entramado de bloques cuidadosamente ajustados.

Posteriormente a su salida de la cueva su relato despertó el interés de otros investigadores e inclusive de sus guardianes, los indios Shuara quienes con arrojo emprendieron labores exploratorias con el afán descontrolado de hallar fortuna.
Se coleccionaron muchas planchas metálicas de oro y plata (un monje salesiano, el padre Crespi las tuvo en su poder, como regalos que recibía de los indígena) pero el destino de algunas se desconoce por completo, aunque se presume fueron robadas y colocadas fuera del alcance de los ojos del público. Seguidamente mostramos 3 de ellas intentando una lógica interpretación.

Aquí podemos observar una persona aparentemente de altura considerable con capa y casco con cuernos (común atavio de muchos otros pueblos), observe la comparación con la estatura de la mujer que está a su lado, rodeado de serpientes, pero quizá lo más llamativo de la imagen es la presencia de un elefante, animal no perteneciente a la fauna sudamericana (en Norteamérica habitó el mamut y se extinguió hace 10.000 años). El paquidermo de la foto es de tipo africano- en este caso aparece sin colmillos a diferencia de los del mamut que eran bastante grandes. El rostro del personaje cubierto de espesa varaba tiene más rasgos caucásicos que nativos.
En esta lámina aparecen dos hombres con sendos cascos y faldones al estilo de los pletorianos romanos con unos pectorales aparentemente metálicos que tienen aspecto de guardianes, por el porte de lanzas; al fondo un águila y a cada lado de los dos personajes aparecen unas inscripciones que según expertos lingüistas, es una inscripción con caracteres muy similares a una escritura que tiene su origen en la India.

En la siguiente lámina de bronce aparece un símbolo muy familiar en nuestra época: se trata del principal y más característico emblema de la orden Illuminati, organización secreta creada en 1.776 por Adam Weishaupt, tal como lo vemos en la actualidad en el billete de un dólar estadounidense.

Fue tanto el interés de las autoridades por la cueva y sus misteriosos secretos que se decidió organizar una expedición Ecuatoriana-Inglesa en el año 1976. Cerca de 200 personas incluyendo científicos y militares incursionaron en los Tayos con un equipaje de 20 toneladas. La aventura costó un millón de Libras Esterlinas. La cueva debía contener mucho más que simples planchas para haberse justificado una inversión tan elevada.
Es destacable el hecho que en dicha expedición participó el astronauta norteamericano quien fuera el primer hombre en pisar la superficie lunar en el año 1996: Neil Armstrong
Armstrong en su caminata por nuestra luna tuvo una experiencia traumática que le provocó un cambio drástico en su personalidad después de su regreso a la Tierra. Según unas grabaciones que se filtraron en la Tierra, el astronauta observó naves extraterrestres y seres no pertenecientes a nuestra realidad. Una vez de regreso a su hogar se le obligó a guardar silencio sobre lo acontecido so pena de sanciones severas, incluso podía ser despedido del Programa Apollo, cosa que él de ninguna manera iba a consentir. Pareciera que el tema de seres alienígenas y naves espaciales de otros mundos lo marcarían de por vida: en años anteriores a la visita a los Tayos el carismático astronauta había visitado en Paysandú –Uruguay un lugar donde se reconoce existe una fuerte actividad de avistamientos de ovnis.

Después de la experiencia en los Tayos Armstrong declaró a los medios de prensa que su visita al mundo subterráneo había superado su vivencia en la Luna. Esto me resulta del todo pasmoso porque significa que esas cuevas contenían más de lo que la expedición esperaba y aunque no lo sabemos, tenemos que dudar de su loable participación en dicha misión
Que vio este astronauta en los Tayos que superó su experiencia en la Luna? El silencio de Armstrong quizá le haya provocado más complicaciones en su conducta que cayó víctima del alcoholismo. Pero, a quién no le gustaría contar una vivencia como la que él tuvo?
Es bien sabido que el personal militar de la expedición encontró varias planchas que fueron llevadas al Area 51 una base subterránea ubicada en Nevada- Estados Unidos donde, es probable que estén llevando a cabo investigación y desarrollo con sistemas de armamento avanzados y pruebas en aviones experimentales que no son reconocidos oficialmente ni siquiera por el Gobierno de dicho país
Para avivar más la llama conspirativa, Morizc acentuó en su declaración que pudo observar la presencia de una red de túneles de grandes dimensiones que se extendían en distintas direcciones pero dadas las precarias condiciones de su aventura no logró adentrarse en ellos. Estaremos presentes ante una de las tantas entradas al mundo intraterreno con seres fantásticos que ocupan otro hábitat de nuestra querida Tierra?

Y es que existe alrededor del planeta muchos vestigios que nos hacen pensar que es muy posible la presencia de un mundo subterráneo, aun habitado por seres de razas de otros mundos que llevan viviendo bajo la tierra por miles de años.. Los indios Hopis hablan de túneles que unen Norteamérica con el Cusco; en Turquía hay ciudadelas de hasta 18 niveles bajo tierra, recientemente se encontró un túnel que une Irlanda con Turquía, en el altiplano boliviano los nativos aseguran que bajo su tierra existen una red de túneles que les denominan “chacanas”, etc.
Resulta todo esto muy alucinante, descabellado, insólito, todo apunta que la realidad supera a la ficción. Mucho por averiguar entre innumerables evidencias físicas y documentales guardadas en oscuros recovecos del egoísmo humano. Una gran cantidad de interrogantes afloran ante nosotros.
1.- La expedición a la que hacemos mención fue onerosa y furtiva, extrajeron de allí muchos objetos de inapreciable valor, nunca se dejó un informe de los resultados de la expedición al gobierno Ecuatoriano, por lo tanto no podremos saber jamás el contenido de las cajas extraídas de los Tayos. Recordemos que el saqueo arqueológico ha sido una constante en todo el mundo.
2.- No se han continuado las exploraciones a las cuevas ni se permite el acceso a las mismas de parte de las autoridades de dicho país. Será que quedo algo pendiente en ese enigmático lugar?
3.- Es quizá los Tayos una de las tantas aperturas a un mundo subterráneo del cual hay tantas evidencias por todo el planeta?

4.- Si acaso ignoramos el origen de esas planchas metálicas, quienes las fabricaron, en que tiempo podríamos inferir que fueron colocadas allí con el propósito de salvaguardar un antiquísimo conocimiento de una civilización perdida?
5.- En 1776 el iluminismo aparece en escena en Alemania y su símbolo fatídico basado en una pirámide trunca de trece hileras de bloques y en su ápice un “ojo que todo lo ve” tal y como nos lo muestra la lámina de los Tayos, no será que este es el grupo de poder interesado en los desvelamientos de la expedición de 1976?
6.- Es posible que tantas leyendas y mitos que hacen referencia a la presencia de gigantes en épocas remotas sobre el planeta sean solo una invención de la fantasía humana o por el contrario, la plancha de los Tayos sea una evidencia más entre millones que existieron, o existen estos seres desproporcionados por su tamaño?
No es fácil responder a estas preguntas, las evidencias sobre civilizaciones perdidas que reclaman los escépticos empecinados en dar fe a la historia oficial si existen, solo que están secuestradas y se justifica todo intento por develar la verdad como forma de pago por el rescate de información que le pertenece a la humanidad no a un grupo de poder.

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